Un trocito de mi historia:

Quién hay detrás de "un rincón nutritivo"

Acompañar a mujeres en este camino no fue una elección al azar.

Mi propia relación con el cuerpo y la acomida me trajo hasta aquí.

Y ahora, tal vez, pueda ayudarte en la tuya.

Soy Cristina León, nutricionista especializada en conducta alimentaria

Pero para entender cómo llegué hasta aquí, tenemos que hacer un pequeño viaje al pasado, al momento en que descubrí el mundo de la nutrición.

Desde pequeña me ha fascinado el cuerpo humano y todo lo relacionado con la salud. Siempre tuve claro que quería dedicarme a cuidar de las personas, así que decidí estudiar medicina con la idea de comprender a fondo el funcionamiento del cuerpo y contribuir al bienestar de los demás.

Pero —spoiler— la vida tenía otros planes para mí.

Mi relación con el cuerpo y la comida ha sido complicada desde que tengo uso de razón, e incluso desde antes: según cuenta mi madre, ya en pre-escolar estaba preocupada por cómo se veía mi cuerpo, al punto de tirar la merienda a la basura cada día.

Con el paso de los años, la cosa no mejoró. Pasé de tener miedo a engordar a sentirme mal porque, según las personas que me rodeaban en ese momento, estaba demasiado delgada.

Sentía que mi cuerpo nunca encajaba, que no era sano y mucho menos bonito. Lo odiaba con todo mi ser, y empecé a obsesionarme aún más con la comida y el ejercicio.

Pensaba que así me sentiría mejor conmigo misma, pero nada más lejos de la realidad. Mi vida empezó a girar en torno a cómo se veía mi cuerpo, y poco a poco dejé de vivir. Rechazaba planes, y cuando asistía, solo pensaba en la comida. Mi mente no descansaba, todo era control, culpa, miedo. Perdí mi paz, mi energía, mi salud. Nunca era suficiente. Dejé de disfrutar de la comida… y de la vida en general.

Buscaba respuestas, e investigaba sin parar sobre nutrición. Creía que si entendía cómo alimentarme “correctamente”, lograría tener el cuerpo que tanto deseaba y finalmente sería feliz. Así fue como descubrí la carrera de Nutrición Humana y Dietética. Pensé que, si me convertía en nutricionista, tendría todas las herramientas para alcanzar ese ideal.

Pero —spoiler— la vida tenía otros planes para mí

Sin embargo, ya en el primer año de carrera, una asignatura de psicología que abordaba los Trastornos de la Conducta Alimentaria me hizo abrir los ojos. Empecé a ver las cosas desde otra perspectiva, y poco a poco, todo empezó a cambiar.

Redescubrí mi vocación. Me enamoré de la carrera y recuperé ese deseo genuino de acompañar a otras personas. Decidí que sí, quería ser nutricionista, pero no para cambiar mi cuerpo, sino para ayudar a otros a sanar su relación con la comida y con ellos mismos.

En ese momento, me olvidé de mi propósito inicial: ayudar a los demás. Solo pensaba en encontrar una solución para mí.

Hasta que descubrí la Alimentación Intuitiva y el movimiento de Salud en Todas las Tallas (HAES).

Aun así, al terminar los estudios, seguía sintiendo que algo no encajaba. No entendía cómo se podía promover una "alimentación saludable" a través de prácticas que, en realidad, fomentaban conductas de riesgo y podían derivar en trastornos.

Esas contradicciones me alejaron, una vez más, de lo que en un inicio me apasionó.

Hasta que descubrí la Alimentación Intuitiva y el movimiento de Salud en Todas las Tallas (HAES).

Sumergirme en esta nueva mirada lo cambió todo. Empecé a comprender muchas de las cosas que antes no alcanzaba a ver con claridad. No fue un camino fácil, pero poco a poco, todo empezó a tener sentido.

La comida y el movimiento no son un medio con el que moldear mi cuerpo

No necesito cambiarlo para respetarlo ni para gozar de salud

La restricción injustificada solo te lleva a más culpa y más restricción, y no, esto nada tiene que ver con la salud

La salud va mucho más allá de la corporalidad y de los alimentos que consumimos

La verdadera alimentación saludable no existe sin una relación sana con la comida, el cuerpo y el movimiento

Descubrí que:

Fue entonces cuando inicié mi propio camino de sanación, trabajando en mi relación con la comida y con mi cuerpo. A partir de ahí, supe que quería especializarme en este enfoque para ejercer una nutrición más compasiva, eliminando el estigma de peso de mis consultas. 

Mi objetivo es acompañar a otras personas que estén atravesando lo que yo viví, ofreciéndoles un espacio seguro y respetuoso. 

Para lograrlo, me he formado de manera sólida y diversa, construyendo una base que me permite acompañar desde una perspectiva integradora, sensible y centrada en la persona:

Se sintió L I B E R A D O R

  • Grado en Nutrición Humana y Dietética (UPO)

  • Experto en Nutrición Clínica (ESHE - UCAM)

  • Experto en Psiconutrición (ESI Academy)

  • Curso de Psicología Alimentaria Aplicada a la Consulta (Nutrimentalia)

  • Curso de Fundamentos de Alimentación Respetuosa y Liberación Corporal (Nutriológicas)

Y ahora estoy aquí para ayudarte a ti a conseguir librarte de la culpa al comer y el rechazo hacia tu cuerpo

Para que puedas experimentar lo que es alimentarte desde la libertad